lunes, 27 de mayo de 2013

FINAL :COMPONENTE ESCRITO


COMPONENTE ESCRITO: EXÁMEN FINAL
Para nadie es un secreto la inmensa maravilla que nos rodea: la naturaleza. Esta nos brinda millones de beneficios por su infinito nivel de perfección, pero damos por sentado todo su estupor y dones. A pesar de saberlo, preferimos atentar de todas las formas posibles contra esta joya que no fue creación humana, sin importar el daño tan irremediable que causamos queremos satisfacer necesidades o simplemente caprichos de una sociedad cada vez más consumista.
Una de las forma para retribuir y de alguna manera adorar a la hermosa naturaleza es a través de los mandalas, donde además de poder representar la perfección de nuestra naturaleza podemos expresar  ideas, sentimientos  e incluso descubrir nuestro ser interior.

En la siguiente reseña, profundizaré acerca de cómo sirven los mandalas como herramienta de análisis de un problema determinado, incluyendo sus límites y alcances cuando se usan como herramienta de profundización. Así mismo, haré una reflexión sobre el artículo titulado “Mandalas y fractales: Morfologías de la naturaleza” de Milena Paglini y, por último concluir sobre esta nueva herramienta introducida en el curso de pensamiento sistémico.

Los mandalas son representaciones geométricas donde se puede plasmar lo que se está observado. El círculo en el centro es fundamental por ello a los mándalas se les atribuye el nombre de “círculos sagrados”. El círculo, siendo el símbolo principal en la construcción del mandala, representa la totalidad del lugar donde se establecen relaciones equidistantes al centro. Sobre la base de su estructura, el mandala expresa totalidad. La totalidad de la persona con su ser interior, o con su mundo exterior, o simplemente la totalidad con el que se abarca las múltiples relaciones existentes entre las cosas del mundo. A pesar de que los mandalas tienen muchos significados religiosos, estos también pueden ser utilizados en diferentes ámbitos como por ejemplo el análisis de un problema con el propósito de llegar a una solución.

Es precisamente la totalidad, entendida como globalidad de un tema determinado, que representan los mandalas que hace que este sea una buena herramienta para el análisis de un problema. Al igual que con el pensamiento sistémico, con los mandalas se busca recurrir a la imaginación para así poder establecer las relaciones que a simple vista no son fáciles de ver. Hay que tener una amplitud perceptual para que se pueda estimular las ideas, organizarlas y plasmarlas. En otras palabras, con los mandalas se estimula el pensamiento creativo, la elección, la expresión de ideas, sentimientos y las habilidades para analizar y llegar a la solución de un problema. En el centro del mandala se pone el problema escogido y partir de ahí se deben encontrar las causas principales y los factores que generan estas causas. Finalmente, al llegar a las raíces que llevaron al surgimiento del problema, se plantean acciones a tomar para así poder llegar a la solución.

Debido a que los mandalas son representaciones gráficas, como toda herramienta para el análisis tiene sus alcances y limitaciones. En cuanto a los alcances más valiosos a los que se puede llevar con el uso de los mandalas es la estimulación del pensamiento, la creatividad, imaginación, liberación de la mente, la expresión de ideas y emociones. Otro alcance importante es la relevancia en el hinduismo y budismo por ser formas esquemáticas de la armonía existente entre el macrocosmo y el microcosmo. En nuestro caso particular, en cuanto al análisis de un problema, los mandalas son útiles para mostrar los tipos de relaciones de los sistemas involucrados en el tema central. Por lo tanto al relacionar su propósito con el propósito del pensamiento sistémico, ambos buscan sacarnos de las relaciones lineales para poder establecer las múltiples relaciones, en diferentes direcciones que están actuando directa o indirectamente sobre el problema en específico.

En cuanto a las limitaciones de trabajar con los mandalas como herramienta de análisis, encontramos la complejidad para plasmar información dentro de ellos debido a sus diferentes formas gráficas. También, por el mismo motivo expuesto anteriormente, poseen una dificultad para interpretar las ideas puestas en él. A su vez, al ser plasmado en 2D surge el obstáculo de poder visualizar los distintos niveles que componen la situación en cuestión y las relaciones entre ellos.

Sin embargo estas limitaciones se disipan en la medida que se maneje bien el tema, su información y se entienda el propósito de los mándalas. De esta manera, cabe anotar que sus  múltiples alcances y beneficios pueden traer un crecimiento como persona.  

En el artículo titulado “Mandalas y fractales: Morfologías de la naturaleza” de Milena Paglini, la autora expone la importancia de ambos al ser representaciones artísticas y geométricas de la naturaleza. Al leer el artículo, corroboré la idea de que los mándalas, al tener en el centro y como símbolo principal el círculo; representan la unidad, la totalidad y la armonía existente entre cada elemento para llegar a ese centro. Por otra parte, la autora recalca la utilidad de los mándalas como una herramienta para mostrar la perfección de la naturaleza, de la unidad, la diversidad, los opuestos fundamentales para algunas religiones pero también para ayudar al hombre a encontrarse, expresarse y tomar conciencia sobre todo lo que se tienen guardado en el subconsciente.

Al igual que los mándalas, los fractales son también figuras geométricas pero al ser fraccionada se puede seguir viendo la misma idea que se plasma en un principio. Es decir, al dividir el fractal se obtendrán unidades idénticas, siempre repitiéndose la secuencia. Este tipo de figuras geométricas son propias de la naturaleza, por ejemplo se pueden encontrar en las flores, cristales de nieve, en cosas simples que al ser parte del día a día no les prestamos atención. Como es evidente, al encontrarnos sumergidos dentro de tanta perfección de la naturaleza, y la costumbre a verla, no nos tomamos el tiempo de observar que la naturaleza va más allá de lo que podemos ver con nuestros ojos.

Para concluir, los mandalas y los fractales son herramientas simbólicas para representar una situación de donde se desprenden unos niveles que en conjunto crean una unidad. La situación es vista como un universo  (macrocosmo)  del cual se despliegan partes significativas (microcosmo) que uniéndolas forman la totalidad. Sin embargo, desde mi punto de vista, comparando los mandalas con las demás herramientas vistas en el curso de pensamiento sistémico, esta es más compleja de desarrollar debido a la geometría de las figuras y la dificultad que se presentan al momento de establecer relaciones como cuando se establecen con los infográficos.
En cuanto al trabajo final grupal, en un principio se nos dificultó encontrar un mándala donde se pudieran exponer bien las ideas del tema central, para que en el momento de establecer relaciones se pudieran entender. A medida que pasaba el tiempo, concluimos que trabajar con mandalas resultó complejo pero al mismo tiempo, interesante en cuanto a la utilización de la creatividad para ubicar la información y desglosar las ideas para que  se viera que cada nivel representara un zoom out del problema central.


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